Tiene el propósito de guiar al pueblo a la presencia de Dios, alabar y adorar de forma consciente a través de la música, sirviendo en la iglesia de forma comprometida, unida y en constante crecimiento, como verdaderos adoradores.
Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
Juan 4:23-24